Es curioso como todo el corporativismo más rancio de este país sale en defensa de “cloaquín” (Vicente Vallés) y se retratan en tanto en cuanto en situaciones parecidas callaban. Por ejemplo no escuchamos nada de Carlos Alsina cuando DESPIDIERON a Jesús Cintora de Las Mañanas de Cuatro.
Otro ejemplo que podemos ver con claridad y que no vimos a tanto periodista prestigioso alzar la voz han sido las numerosas idas de olla de Rafael Hernando.
No vimos esta obsesión que se tiene por criminalizar a la víctima. ¿O es qué acaso es mentira que la tarjeta de Dina Bousselham fue robada por Villarejo? Es insólito ver cómo según algunos medios, y en concreto, Carlos Alsina, no recuerda esto. Menos lecciones señor Alsina, menos lecciones.
No vimos otro para seguir con el hilo y demostrar que es puro corporativismo, no vimos a Carlos Alsina ni a Ana Pastor criticar a Inés Arrimadas con tanta exacerbación cuando decía en su twitter esto:
Y tampoco vimos a Carlos Alsina criticar a Macarena Olona por las acusaciones que vertió sobre Radio Televisión Española, y en concreto, con Xavier Fortes cuando Olona acusó a la cadena pública de llevar a cabo una clara violación de la neutralidad política y de hacer una actuación de servicio al régimen.
Como podemos comprobar, no se trata de rigor periodístico, sino corporativismo de las élites de los medios de comunicación, asique estos “periodistas” que nos dan lecciones de quién son los buenos y los malos deberían hacérselo mirar.