Colau sigue demostrando que se puede hacer una buena gestión económica sin cortar las fuentes de políticas sociales.
El ayuntamiento de Barcelona volvió a demostrar con cifras del 2019, que se puede gobernar eficientemente, tanto es así que son las mejores en una década. Un superávit de 64,7 millones, un endeudamiento de 780 millones y la reducción del tiempo de pago a proveedores en 28,4 días de media.
El consistorio cerró el ejercicio con una deuda de 780 millones de euros, que supone una tasa de endeudamiento del 29,58% (la ley de Estabilidad presupuestaria fija un límite del 60%), más bajo que los años anteriores que fueron del 32.5 en 2018 y del 32,9 en 2017.