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Las vacunas “desechadas” en España

Cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) expresó que se podrá sacar una sexta dosis de los viales de la vacuna de Pzifer, Comirnaty, se creyó que habría un aumento de vacunados y jornadas de vacunación más efectivas. Pero parece que el suministro de la dosis “extra” no se ha estado llevando a cabo en todas las provincias. Y esto no ha sido una cuestión de disposición de personal médico ni de permisos administrativos. Sino de la cantidad correcta de jeringuillas y agujas para administrar la vacuna: las de bajo volumen muerto.

Comunidades y ciudades autónomas, como Melilla, consiguieron optimizar el recurso rápidamente con un 102,1% de dosis administradas. Pero, Andalucía, Madrid y, en menor medida, Cataluña estarían teniendo problemas para conseguir extraer esa sexta dosis de la vacuna.

¿Qué es el volumen muerto?

El volumen muerto se refiere al espacio existente entre el agua y el émbolo de la jeringuilla una vez que el pistón está completamente introducido. Es decir, es el contenido de vacuna que queda sobrante y no llega a inyectarse. A diferencia de las jeringuillas convencionales, que tienen el émbolo plano y hacen que siempre quede algo de contenido, las de bajo volumen muerto ayudan a que no se pierda nada de la dosis. Los expertos explican que cuanto menor sea el espacio, menos dosis se pierden. Así, las ideales para la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), son las de 1ml, las habituales para la inyección de insulina, con un volumen muerto de 35 microlitros como máximo.

El abastecimiento de jeringuillas y la pérdida de dosis

La escasez de este tipo de jeringuillas en España, apuntan algunas voces, pueden provocar la pérdida de hasta millones de dosis, por lo que varias comunidades, como Madrid o Andalucía, han anunciado ya la compra de lotes de jeringuillas de bajo volumen muerto. Frente a esto, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, se ha mostrado convencido este jueves de que no hay ningún problema con las jeringuillas para vacunar contra la covid-19 porque todo está «perfectamente planificado» desde hace meses.

Pero parece ser que la realidad es otra. En Andalucía, si hacemos casos de los datos oficiales, se podrían haber aprovechado 34.855 vacunas extra en lo que llevamos de campaña (algunas menos si contamos solo desde el 8 de enero). No cabe duda de que a la hora de llevarlo a la práctica algunas de ellas se habrían perdido, pero las cifras nos dan una idea de la dimensión del problema.

Desde el Principado, la directora gerente del SESPA, Concepción Saavedra, ha manifestado este jueves que en «la mayor parte de los casos» se están aprovechando los viales de la vacuna de Pfizer para obtener seis dosis en lugar de cinco «desde hace ya semanas», ya que el Principado «tiene la suerte de contar el material necesario, las jeringuillas de bajo volumen muerto». «Casi el 80% del material que tenemos es de esa técnica», ha destacado.

No se sabe hasta qué punto se han perdido, verdaderamente, dosis de la vacuna contra la COVID-19. Pero está claro que en algunas provincias se ha manejado una mejor planificación y administración en las jornadas de vacunación que en otras.

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