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Nada será igual cuando el virus pase

El escenario de trabajo donde las estrategias del gobierno y de los demás partidos políticos y representaciones territoriales se movían se ha desdibujado. La emergencia sanitaria que venimos padeciendo desde hace semanas ha pulverizado y dejado en segundo plano cualquier situación de otra índole que no sea el referido a una guerra sanitaria contra reloj.

 

De esa manera se puede decir que la legislatura, la cual se hallaba dispuesta, luego de un largo año de bloqueo institucional hoy acumula demasiadas asignaturas pendientes. Con la explosión de la pandemia, nos queda la evidencia dentro y fuera del gobierno y los partidos representados en el congreso, además de Galicia, Cataluña y Euskadi, quienes tenían previsto votar este año, que todo dependerá de lo que nos ha de dejar como desenlace la pandemia. Una seguramente nueva estructura del estado, efecto de la crisis a la que se sumarán los presupuestos pendientes anteriores.

Entre los planes del gobierno de coalición, estaba hasta hace un tiempo la discusión del presupuesto 2020. Necesitando para ello, que Esquerra Republicana se comprometa también. Pero mal podemos pensar el color de las paredes cuando falta labor de mampostería cuando construimos un casa. Así es que si el gobierno y el congreso pensaban definir para 2021 hoy nada es previsible.

La labor de la ministra Montero ha sido desbaratada por la realidad de la crisis sanitaria, social y económica fruto de la crisis sorpresiva del coronavirus.Todo debe ser analizado en el contexto de una grave recesión.
Tiempo atrás, las prioridades eran diferentes cuando quedaba claro que dentro del contexto Europeo, España era uno de los países más resistentes a la caída del crecimiento comparada con otros países de la región. Esta parálisis que ataca a los principales socios Europeos dejará un escenario completamente distinto. Largos meses de planes de salida de esta nueva e inesperada crisis nacional y mundial y, seguramente, un cambio total de planes que promuevan el crecimiento y el resarcimiento económico.

Pedro Sánchez se ha puesto la armadura en esta urgencia nacional, y tiene el sueño anterior de concretar sus planes de gobierno, parte del pacto con Unidas Podemos que incluye el proyecto de sanidad, educación y dependencia, los principales componentes del bienestar ciudadano. Sánchez proclamó días atrás que los presupuestos de ahora en más deberán ser extrasociales. Esto refiere, principalmente, a las medidas egoístas de derechas como la de Madrid y Cataluña. Instando a recuperar el valor público y a hacer gala de humanidad.

Así mismo, la cuestión Catalana no desaparece, tan solo queda congelada por el estado de alerta que estamos atravesando. La mesa de diálogo debe esperar largos meses a que España y sus líderes contemplen otros temas, que el de sobrevivir a la catástrofe.

Vienen tiempos de favores políticos sinceros y mezquinos.

Muchos se acercan o acercaran al jefe de estado y al congreso,seguramente se tejerán nuevas alianzas y enemistades, tan solo nos resta esperar por la sensatez que lleva al bien común.

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