En el programa de ayer, de El Hormiguero pudimos ver otra actuación de Pablo Motos contra la izquierda. En un monólogo en que hacía una anología entre unos peces que trabajan en equipo y lo que debían de hacer los políticos, Pablo arremetió contra una parte de esos políticos.
En su comparación decía que unos peces pequeñitos se defienden ante peces más grandes formando una silueta mayor que el de su contrincante. Entonces el agresor se va, la silueta se disuelve y ya está. Hasta ahí todo fenomenal. Pablo piensa que todos los políticos deben trabajar juntos para combatir a un enemigo común y muy fuerte que es el COVID-19.
Ahora vamos con la segunda parte de su monólogo en el que dice que en el equipo no hay egoistas. Pablo sigue su alegato diciendo que si los políticos no van a estar a la altura para trabajar en equipo, incluyendo a todos. Pero de repente su discurso cambia y dice “para que haya un equipo de verdad tiene que haber una propuesta honesta, una propuesta sin politequeo, tiene que haber respeto al adversario y sobretodo tiene que existir la voluntad de que en un equipo de verdad gana la mejor idea, no la que dice el que manda y más si el que manda lleva ya muchos errores cometidos, en fín, sois nuestros políticos, poneos en nuestra piel, quizás ha llegado el momento de aceptar la realidad, olvidar los egoismos y ser un buen pez en el lugar que te toque”.
Después de leer el discurso oportunista que alega Pablo, comentaremos algunas mentirijillas.
Si usted, Pablo, hace un alegato en que hay que trabajar en equipo, no puede comenzar a entenderse con alguien si desde el principio le falta al respeto. Usted ya habla de que una parte de estos “peces” son los buenos y otros son los malos. Usted Pablo Motos habla de que una parte de los peces no pueden trabajar en equipo porque la otra no es honesta y porque ejerce su mandato sin negociar. Nos parece que es un monólogo interesado, pero que por lo contrario no nos extraña viniendo de usted.