Gimeno, de 37 años, debía entregarlas en casa de su exesposa, Beatriz Zimmermann, tras pasar la tarde con ellas. Nunca devolvió a las niñas, aunque Beatriz y las autoridades mantenían las esperanzas de que estuvieran con vida, por lo que el hallazgo del cuerpo de Olivia ha sido un duro golpe.
Se sabe que tuvo varias conversaciones telefónicas con Beatriz Zimmermann, a quien le dijo que nunca más volvería a ver a las niñas ni tampoco a él. Pasada la medianoche, zarpó en una emarcación y ya no regresó a tierra.
Los rastreadores esperan encontrar en las próximas horas los cadáveres de Anna, la otra niña, de un año, y de su padre, Tomás Gimeno, de 37, en la zona. Según las mismas informaciones, hay un petate en el fondo del mar donde se aprecia un bulto, que podría ser el de otro cadáver.
En declaraciones a la Sexta, Joaquín Amills ha asegurado que el hallazgo del cadáver «ha sido una losa repentina» que la familia «no esperaba». No obstante, ha llamado a ser «prudentes» y esperar a la confirmación de la identidad oficial.