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28 de julio de 2025No son pocos los que piensan que los coches chinos son solo «copias baratas» de los modelos europeos o japoneses. Pero la realidad está cambiando, y rápido. Marcas como BYD, MG o Geely han pasado de ser desconocidas a competir en diseño, tecnología y, sobre todo, precio. ¿Están las marcas occidentales —desde Volkswagen hasta Renault— realmente preparadas para este tsunami asiático?
Hace una década, un coche chino era sinónimo de materiales dudosos y seguridad cuestionable. Hoy, las pruebas Euro NCAP ponen a modelos como el BYD Seal o el MG4 Electric al nivel de un Audi o un Tesla en protección. Eso sí, con precios hasta un 40% más bajos. ¿Dónde está el truco?
Precios que hacen temblar a Europa
Vamos con datos concretos. El MG ZS, un SUV eléctrico con 440 km de autonomía, ronda los 24.000 euros en España. Su rival directo, el Peugeot e-2008, supera los 35.000 euros. Casi 11.000 euros de diferencia por una tecnología similar y un espacio interior comparable. La gente lo percibe así: «¿Por qué pagar más si obtengo lo mismo?».
Pero no todo es color de rosa. El problema histórico de los coches chinos —la reventa— sigue ahí. Un Volkswagen ID.3 pierde un 35% de su valor en tres años, pero un BYD Dolphin puede depreciarse hasta un 50%. Aquí, las marcas occidentales aún llevan ventaja.
¿Dónde recortan costes los chinos?
Se comenta que el ahorro viene de la mano de obra barata, pero hay más. Las marcas chinas prescinden de concesionarios físicos, vendiendo online (como hace Tesla). También usan baterías propias —BYD es el segundo fabricante mundial— y diseños simplificados. Eso explica parte del ahorro, aunque algunos critican el uso de plásticos más duros o sistemas de infoentretenimiento menos pulidos.
Por otro lado, Europa juega con desventaja: normativas anticontaminación más estrictas y costes laborales altos. Un Dacia Spring, el eléctrico más barato de Europa (desde 20.000 euros), sigue siendo un 15% más caro que su equivalente chino, el Ora Funky Cat.
Conclusión: ¿Merece la pena el ‘low cost’ chino?
La respuesta no es blanca o negra. Si buscas tecnología asequible y no te importa la reventa, un MG o un BYD son opciones serias. Pero si valoras el prestigio de marca, red de talleres o un interior más premium, quizá un Volkswagen o un Peugeot sigan siendo tu elección.
Lo que está claro es que la guerra de precios ya está aquí. Y Occidente no puede dormirse: los chinos llegaron para quedarse. ¿Tú qué opinas? ¿Te atreverías con un coche chino o prefieres pagar más por lo conocido? Comparte tu opinión.