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Desde hace unos años, Andorra se ha convertido en un imán para ciertos creadores de contenido. No es un misterio: impuestos más bajos, tranquilidad y una comunidad de compatriotas que ya han hecho el mismo viaje. Entre ellos, nombres que cualquier adolescente podría recitar de memoria: El Rubius, Vegetta777, AuronPlay, TheGrefg… la lista no es corta.
Se comenta que muchos lo hicieron por “calidad de vida”, pero a nadie se le escapa que el factor fiscal pesa más que el aire puro de los Pirineos. Y, aunque cada uno es libre de vivir donde quiera, la gente lo percibe como un gesto un tanto distante hacia el país que les vio crecer profesionalmente.
El impacto en la audiencia joven
Aquí está el quid de la cuestión. No son pocos los padres que, sin comerlo ni beberlo, se encuentran con que sus hijos idolatran a personas cuya relación con España es, digamos, laxa. Y esto tiene un efecto sutil pero real: los mensajes que transmiten no siempre encajan con valores como la responsabilidad social o la idea de contribuir a la comunidad.
No se trata de demonizar a nadie, pero sí de contextualizar. Cuando un youtuber se va a Andorra y, de paso, lo cuenta como si fuera una hazaña, hay un riesgo de que los chavales piensen que “hacerse rico y largarse” es la jugada perfecta. Y no, no todo es tan bonito como parece en las miniaturas de YouTube.
Entre el negocio y la ética
Los defensores de estos creadores argumentan que España tiene impuestos abusivos, que es un problema estructural y que cada uno tiene derecho a buscar lo mejor para sí mismo. Es cierto que el debate fiscal está ahí y que hay razones legítimas para irse. Pero el problema no es tanto la mudanza como el altavoz: millones de seguidores escuchando discursos que, directa o indirectamente, normalizan la idea de no aportar al lugar donde se generó el éxito.
Y ahí es donde los padres deberían intervenir. No para prohibir —eso casi siempre sale mal—, sino para hablar, explicar y ofrecer otros referentes. La educación mediática no es un lujo, es una necesidad.
- El Rubius
- Auronplay
- TheGrefg
- Sara Biyín
- Willyrex
- Alexby
- Vegetta777
- Ampeter
- Aroyitt
- Vicens
- Agustín51
- Widler Soldier
- Àngela Mármol
- Exi
- Mónica Morán
- Gigiis
- Oscarito
- Eidan
- Logan G
- Salva
- Shooter
- Iris Terés
- Patry Jordán
- Esttik
- Itarte Vlogs
- Las Ratitas
- 8cho
- ElMiillor
- Invictor
- Corbacho
- Wall Street Wolverine
- Lolito Fernández
- Bystaxx
- ByTarifa
- ByViruZz
- Thetoretegg1
- Irina Isasia
- PokeR988
- Mikecrack
- ElTrollino
- Neus Snow
- Elm Cherto (ElmiilloR)
- Fargan
- ByAbeeL
- StaXx
- The Shooter Coc
- aLexBY11
En conclusión
Convencer a tus hijos de no ver a ciertos youtubers no es una cruzada moral, sino un acto de acompañamiento. Se trata de ayudarles a entender que la vida real no siempre encaja en un directo de Twitch y que las decisiones, incluso las más glamorosas, tienen consecuencias colectivas.
Porque al final, más que en Andorra o en España, el verdadero territorio que debemos cuidar es el que está entre las orejas de quienes mañana tomarán sus propias decisiones.